En el mercado de la construcción y remodelación vas a encontrar una gran variedad de materiales y medios de adhesión, cada uno con sus propiedades específicas: dureza, plasticidad, acabado, longevidad,entre otras.
Hay un material que resalta entre ellos, ya que nos ha acompañado desde hace milenios y se ha caracterizado por su facilidad de obtención, preparación y versatilidad. Me refiero, por supuesto, a la argamasa.
La argamasa es una mezcla de un agente aglutinante, en este caso la cal (en su presentación de cal apagada o Hidróxido de Calcio), arena y agua, la cual es un excelente medio de adhesión para trabajos de construcción, restauración y remodelación.
Historia y Uso de la Argamasa
La utilización de la argamasa y su versatilidad han sido de amplio alcance a lo largo de nuestra historia. En Nevali Çori (Turquía), por ejemplo, se han hallado restos de utilización de mortero de cal en pavimentos que datan del 10.000 u 8.000 a.C.
La argamasa fue ampliamente utilizada en tiempos de la antigua Grecia y durante el auge del Imperio Romano, incluso el cónsul romano, arquitecto e ingeniero de guerra Vitrubio dedica parte del segundo libro de su tratado “De Architectura” a las propiedades de la cal para la elaboración de morteros para la construcción.
Desde la invención del cemento, su uso se ha visto relegado poco a poco a un segundo lugar.
A pesar de esto, la argamasa ha visto un incremento reciente en su uso en construcción ecológica o sustentable, gracias a que su fabricación tiene un impacto menor en el medio ambiente, en contraposición a los procesos de calcinación utilizados para la fabricación del cemento.
También se emplea para fines más estéticos, como restauración, revestimiento de paredes interiores e instalación de baldosas.
Cuáles son los principales Beneficios de la Argamasa
- Durabilidad: los morteros de cal tienden a endurecerse hasta alcanzar la dureza y resistencia característica de la piedra inicial. No tiende a deteriorarse, al contrario, adquiere consolidación.
- Transpiración: es impermeable al agua pero no al vapor. De esta manera, las construcciones que emplean argamasa pueden transpirar, para así poder eliminar humedad que de lo contrario permitiría que proliferen hongos, mohos y bacterias.
- Higiene: la alcalinidad de la cal actúa como fungicida, también evitando la proliferación de hongos. En conjunto con la transpiración, hace que se dificulte más la proliferación de mohos y bacterias.
- Maleabilidad: la argamasa representa un mortero muy plástico y fácil de trabajar, incluso más que el cemento. Ésta es la principal razón por la que se emplea en trabajos de acabado más fino, tal como pegar baldosas.
- Menos dañina para el medio ambiente: su calcinación se produce a una temperatura de 900ºC, comparados a los 1450ºC necesarios para la calcinación del cemento, suponiendo así un ahorro de combustible y menor cantidad de emisiones de gases de invernadero. Además tiene muy pocos aditivos en comparación a los desechos industriales que se utilizan para el cemento gris o cemento Portland como el humo de sílice o los esquistos calcinados.
Cómo preparar la argamasa paso a paso
En el mercado encontrarás una gran variedad de mezclas de argamasa, algunas con cemento y otras sin él. Es importante que leas con atención las instrucciones del fabricante para un mejor manejo de las proporciones.
Para mezclas caseras, trabajarás con las siguientes proporciones:
- Una parte de cal.
- Una parte de cemento.
- Cuatro partes de arena cernida.
Es importante que la arena que vayas a emplear tenga una textura regular, sin piedrecillas grandes que puedan arrastrar el material al momento de esparcirlo.
A continuación, te mostraré paso a paso el procedimiento para la preparación de la argamasa:
- Mezcla los materiales secos en un recipiente fácil de manipular para ti. Asegúrate de manejar las proporciones que te mencioné anteriormente o las del fabricante de tu mezcla para obtener un mejor resultado.
- Cuando ya tengas los materiales secos mezclados de manera homogénea, vas a proceder a echar agua hasta obtener una mezcla cremosa y manejable. Una buena prueba para saber si ya está lista es aplicando un poco en la punta de una pala o una cuchara de albañil, si mantiene su forma y no se cae, ya está lista para ser aplicada.
- Espera un par de minutos para que los materiales lleguen a su punto óptimo de adhesión. Es importante que tengas en cuenta esto: La mezcla empezará su proceso de fraguado tan pronto como apliques el agua, así que es mejor prepararla al mismo momento en que va a ser utilizada.
Cómo aplicar la argamasa
El proceso de aplicación es tan fácil como la preparación, todo lo que necesitas es tu recipiente con la mezcla que ya preparaste, una cuchara de albañil o una espátula, un paño húmedo y seguir estos pasos:
- Aplicas un poco de la mezcla, esparces hasta crear una capa uniforme.
- Asienta la pieza que deseas adherir, aplica una presión uniforme para expulsar cualquier material excedente.
- Retira el excedente para su posterior uso, en el caso de baldosas puedes emplear el paño húmedo para limpiar la superficie de cualquier rastro de la mezcla.
Su uso es bastante sencillo. Es cuestión de mantener especial atención en la textura de la mezcla y la uniformidad de la capa tanto de mezclas como de ladrillos o baldosas que quieras pegar.
¿Has tenido experiencia con el uso de argamasa? ¿Cuáles son tus recomendaciones al respecto?